Pirulís y arropías

Hoy he estado en Cádiz capital (qué novedad, voy todos los días), pero para ver la Semana Santa. Hemos ido, en concreto, mi abuelo, mi madre, mi tía Maite, mi hermana y una servidora, que sólo iba para comprarse pirulís, cosa que luego explico.
Mi abuela dijo que no quería ir, que ella se agobiaba con tanta gente y tanta peste a incienso, y literalmente dijo ''Además, si yo no creo ni ná, ¿qué pinto yo viendo al mozo ese ahí subido?'' (el mozo al que se refería es, supongo, a 'Dios').
Total, que no hubo manera. Fue justo en ese momento que empecé a tararear mentalmente la canción 'Devoto', de Tote King.
Tal como nos propusimos, lo hicimos. Cogimos el coche y llegamos a Cádiz capital.
Nos metimos en tó el cogollo, en plena plaza del Ayuntamiento, y rápidamente divisé un puesto de Pirulís. Los Pirulís no son otra cosa que un caramelo con forma de cucurucho (o de gorro de penitente, por defecto) que mi abuelo solía comprarme cuando yo era muy pequeña, por lo que me trae muchos recuerdos.
La gracia del Pirulí es que está 'envuelto' con una especie de papel que siempre se queda pegado al caramelo, así que parte del encanto del Pirulí es comerte el papel o, por defecto, entretenerte en quitarle minuciosamente los trocitos de papel que se quedan pegados.
En el mismo puesto de los Pirulís (me compré 3, para hundirme en recuerdos) mi madre habló de otro caramelo llamado ''Arropías'', que es algo así como una barrita rosa dura de un sabor que yo nunca he probado antes.
Y ahí estaba yo, plantada en medio de la plaza del Ayuntamiento, rodeada de gente, más feliz que una cría chuperreteando un pirulí pringoso con papel incluído, y viendo el paso de un Cristo con pelo humano.
Sí sí, pelo humano >_<. Y es que me contó mi tía Maite que ese Cristo en particular llevaba una peluca castaña donada por una mujer. Qué asco. Como diría el CSI, "Un paraíso de ADN".
Desde luego, Cádiz capital de noche es preciosa. Por la mañana también es una ciudad bonita, muy mágica, con mucho sol y la playa al lado, pero de noche tiene algo misterioso, algo místico... no sé.

Hasta aquí mi aventura de hoy.
Un besote.