Supongo que todos hemos pensado alguna vez en lo diferente y, sobre todo, lo SENCILLA que sería la vida si pudiéramos controlar y mandar sobre nuestras emociones y sentimientos.
Lo útil que sería poder calmar la ira cuando aparece, avivar el amor cuando desaparece y hacerlo desaparecer cuando no es correspondido, volver alegría la tristeza más profunda, y amistad el odio interminable... etc.
A veces me encantaría tener el poder de decidir qué sentimientos quiero tener y cuáles no. Y sé exactamente cuáles borraría y cuáles elegiría tener.
Un mal día.
21 marzo 2007
Sobre lo que no se puede controlar
Confesado por Eámanë a las 10:38 p. m.
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4 acusaciones:
hop, hop, animo, animo!
^^ gracias, ya hoy estoy más animada.
Yo suelo intentar ser bastante racional, pero a veces no se puede...
Ya, lo típico de que tu mente dice una cosa (que suele ser lo correcto) y tus sentimientos otras (lo que quieres en realidad).
Y es duro hacer lo correcto...
Ultimamente se me hace durísimo.
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