The wedding

Contra todo pronóstico, la boda fue bien.
Yo iba sin demasiadas ganas, la verdad, dados los acontecimientos familiares de las últimas semanas, que habían dejado el ambiente tenso, distante y desconfiado.
Bueno, con "ella", la "ella" de un par de posts más abajo, la cosa sí fue distante, tensa y desconfiada, como predije que sería. En una situación normal habríamos charlado y bromeado, nos habríamos hecho fotos juntas. Pero esta no es una situación normal.
Pero dejando aparte ese hecho aislado, la boda fue muy bien. Contra todo pronóstico, insisto.
Me gustó hacerme la manicura, que me peinaran el pelo y que me maquillaran las peluqueras, porque me sentía como una princesita. El pelo, como NUNCA lo he tenido, ¡¡¡ondulado y con algún que otro rizo!! Pienso que me quedaba bien.
El vestido lo tenía desde hacía semanas, oscuro, serio y elegante. Prefiero mil veces llevar colores oscuros.
Al principio fue aburrido pero luego se animó la cosa y pensé que quizá yo había magnificado (qué de veces uso ese verbo últimamente) las cosas que iban a pasar y que luego no pasaron, como la gente que pensé que iba a estar fría y luego no lo estuvo. Grata sorpresa. Camino a la normalidad, aunque sea una normalidad pegada a trocitos.
Me lo pasé pipa porque me encargaron pasearme por las mesas y hacer vídeos, que saben que me encanta. Y así estuve dándome paseítos por la sala con mis pies doloridos de tacones enormes xD, que me hacían parecer alta, por primera vez en mi pequeña vida :P.
Cuando acabó la cena y brindamos por fin por los novios, se abrió la barra libre (momento esperado por todos) y pasamos a otra sala donde por fin nos pusieron música para bailotear. Me pedí tres chupitos (vodka, tequila, ron pampero) que junto con la copita de champán del brindis y el vaso de Malibú que me trajo amorosamente mi tío Manolo (alias: incitador a la bebida, cariñosamente), me deshinibieron lo suficiente como para salir a bailar un par de canciones con mi hermana, pero no lo bastante como para emborracharme.... por quien lo dude o.ó. Iba mareailla, los pies me dolían hasta llorar, incómoda con el fular y algo desequilibrada con los tacones, pero iba bien ^^.
La noche terminó bien, con muchos "Qué guapa estás" de cortesía, 3 chupitos y una llegada triunfal a casa a las 4 de la mañana, con los pies hinchados, pero enteros.
En fin, contra todo pronóstico, una gran noche.