El otro día, durante una de las muchas clases soporíferas de 'Teoría Crítica' que me quedan por aguantar, me vino la inspiración divina y, a falta de apuntes que tomar (ya había perdido el hilo de la clase hacía rato), se me ocurrió un principio bastante curioso y, pienso, original para una futura novela sin nombre xD. No sé ni siquiera sobre qué trataría el libro, ni el nombre de los personajes, ni dónde se desarrollaría la acción, pero se me ocurrió que quedaría interesante.
Bueno, ya juzgáis vosotros.
Allá va.
"Rojo. Decenas de personas aguardan con paciencia, frente a frente, distanciados a la fuerza durante un período concreto de tiempo.
Unos segundos de espera y después, verde. Una canción de los Beatles inunda la ciudad solo por su parte derecha. El auricular izquierdo está estropeado. Te has acostumbrado. Caminas, por instinto, sin planear ni medir tus movimientos. Tus piernas se mueven solas. No corras, hay tiempo.
El asfalto desprende un calor pegajoso impropio de esta época del año. Sudas ligeramente. Tendrías que haberte puesto una camiseta de manga corta, la verde quizá, como te dijo tu madre que hicieras. Te fastidia que siempre tenga razón. Bueno, que casi siempre la tenga.
Vienen hacia ti, te esquivan. Esquivas. Un rubio. Una pelirroja con trenzas. Una niña pasa junto a ti. Va de la mano de su hermana; o su madre. Ojos verdes, marrones, azules, indescriptibles.
Ceño fruncido. Una sonrisa sin motivo. Una mujer que habla sola. Ah, no, es el móvil.
Miradas que se posan sobre ti durante unos segundos, desinteresadas, indiferentes.
Las circunstancias, la casualidad o quizá la suerte han llevado a esas personas al punto exacto del mundo en el que te encuentras tú. Posiblemente no volverás a verlas nunca, y aún en el improbable caso de que el devenir de la vida os haga coincidir de nuevo, no recordarás sus rostros, sus gestos, ni la sonrisa breve que dirigen a otros.
Los semáforos son sitios inspiradores, lugares de encuentros fortuitos. Una única e irrepetible combinación de personas que jamás habrá de repetirse.
Pero, ¿qué pasaría si una de esas miradas fugaces permaneciese y se grabase a fuego en tu memoria, convirtiéndose desde ese instante en tu más profunda obsesión, la razón primera de todo aquéllo cuanto eres?... "
Y como anécdota, presentaros mi última friki-adquisión: Julia Doom!
20 octubre 2007
Momentos inesperados de inspiración divina
Confesado por Eámanë a las 10:47 p. m.
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1 acusaciones:
Tanto talento desaprovechado...
nice pinki
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