Una poesía que me ha encantado de un blog bastante bueno que acabo de descubrir: Niño Índigo
Los ojos cansados,
la mente cansada,
las piernas cansadas
y el corazón tan lleno…
Los bolsillos vacíos,
la nevera vacía,
los pies descalzos
y mi alma tan llena…
Los dedos dispersos,
las ideas dispersas,
el cuerpo tan quieto,
y mis vuelos tan altos…
La luz, el olor y el sabor,
…intensos y embriagadores
Mi piel, mi sangre y mis huesos,
fluyendo al ritmo de las gotas que caen de un grifo roto.
La danza del tiempo,
la danza del mundo,
el ir y venir de árboles mecidos en el viento,
vals de espigas,
tango de rocas,
silencio de hormigas
Doy otra vuelta al planeta,
para que no deje de girar,
y para encontrarte por la cara opuesta de la que partí.
Doy vuelta a mi cabeza y volvemos a empezar.
Manejo el tiempo para volver al momento en que te conocí,
una y otra vez.
Manejo el cielo para que la noche dure hasta que caiga la noche,
y de nuevo, tras la noche
…llegue la noche
Llevo los ojos hasta detrás,
y me veo por dentro, y es lo mismo que cuando miro hacia fuera...
Cierro los párpados y nada se queda en negro,
simplemente tú…
Los acordes repetidos,
los días repetidos,
la monotonía en la espalda,
y mi vida tan loca…
La guitarra afinada,
la percusión preparada,
la voz lista para la tonada,
no se escucha nada,
los instrumentos se añoran y la música suena,
de dentro hacia afuera.
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