La mucamita (La criada)

Aunque su mujer parece encantadora el señor Durán no está satisfecho.
"¡Caramba!", piensa su mucamita, "El señor es muy mujeriego."
Él le murmura "Sabes, muñeca, aquí entre nosotros, usted está muy buena y, seguro estoy, al natural debe estar mejor..."
"Ay, señor" dice la mucamita, "lo que usted dice no es novedad, porque lo mismo, cuando me vieron, todos sus amigos me lo dijeron."
Durán, cada vez más embalado, con la mucamita se quiere acostar, y para convencerla sin esperar más le hace creer que está enamorado.
"Vamos, no te hagas la estrecha, deberías sentirte halagada. A tu cuarto subiré esta noche, no dejes la puerta cerrada."
"Señor" dice la mucamita, "lo que usted dice no es novedad, cuando a mi cuarto subieron todos sus amigos me lo dijeron...
Ella fue fiel a la cita, aunque con cierto recelo; y Durán cada vez más embalado, con su corazón ya muy inflamado. Al verla quitarse la camisa y ruborizarse como una niña, le dijo con voz inquieta "En mi vida vi mejores...".
"Señor" dice la mucamita, "lo que usted dice no es novedad, porque lo mismo, cuando me vieron, todos sus amigos me lo dijeron..."
Como Durán tenía mucha labia y no era demasiado feo, dejó de lado sus devaneos y se entregó muy complacida. Aquí puntitos, por la censura. Luego él gritó entusiasmado "Te lo aseguro, estoy asombrado, lo haces mucho mejor que mi mujer!".
"Señor" dice la mucamita, "lo que usted dice no es novedad. Que lo hago mucho mejor que su mujer... debe ser cierto!! Todos sus amigos también me lo dijeron!"