La buena educación y la idea

He encontrado la tienda de animales más curiosa del Puerto de Santa María (no me arriesgo a decir del mundo aunque quede mejor decirlo), y es que nada más entrar había un gran perro de estos de agua o de lana (no sé, tenía pelo por todos lados; le encontré cierto parecido con... bueno es igual) que empezó a saludarnos y a olisquearnos y a querer jugar con nosotras.
Dos pasos hacia adelante un loro, que estaba ''suelto'' por la tienda nos dijo ''¡Hola!'' posado sobre un palito de estos donde se posan los pájaros.
Y una vez entramos a la parte de la peluquería canina un perro labrador al que acababan de pelar nos levantó la patita para que le saludáramos y hasta que no nos acercamos no la bajó.
He visto humanos mucho menos educados. Los hay que en vez de saludarte cuando te ven te gruñen, como el caso de mi vecino el del bajo, aunque ese es un ser aparte llegado desde el más allá; y también los hay de los que te ignoran, como mi vecina del cuarto, con la que me siento invisible cada vez que me cruzo en las escaleras.


Ah, y hoy durante una larga clase de Literatura Inglesa se me ha ocurrido una idea para una foto, lástima que necesite un pañuelo con corazones rojos, cosa que no tengo y que dicho sea de paso, no sé dónde comprar.

¡Jiji... loros!