La Poetisa está triste hoy y ha llorado un rato al pie del olmo del jardín de su casa.
Las lágrimas de la poetisa no eran saladas, sino dulces como su propio respirar.
La Poetisa está triste. Y el Poeta se tapa los ojos para no verla.
17 febrero 2006
La lágrima de caramelo
Confesado por Eámanë a las 6:01 p. m.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 acusaciones:
Publicar un comentario