Hoy es uno de esos días

A todos nos ha pasado alguna vez que, entre el montón de días 'normales' que vivimos, uno o dos, cada cierto tiempo, nos levantamos con unas energías y un humor distinto. Sea bueno o malo.
Es uno de esos días que piensas "Qué bien me siento", aunque tengas algún que otro problema o preocupación. O te miras al espejo y dices "Pues no estoy malota" (si eres mujer). O en vez de ir por la calle con una mueca de preocupación decides ir con una enorme sonrisa dibujada en los labios.
Hoy es uno de esos días para mí, y sin motivo aparente. Es más, han pasado cosas hoy por las que no debería estar feliz.
Anoche dormí mal, volví a tener ese sueño extraño que prefiero no reproducir, me tuve que levantar a las seis y media (y 25 en realidad), no me dió tiempo a desayunar, hubo un gran atasco en el Carranza (como todos los lunes, qué novedad), no me enteré de nada en Alemán (bueno, ni yo ni nadie, eso me alivia), luego tuve que aguantar dos horas al Jose Mari (aunque hoy estuve fina, hasta atendí y contesté a algunas cosas!) y, para colmo, un compañero mío estaba medio mosca conmigo por una cosa que le había dicho la noche anterior por messenger. Tenía todas las papeletas pa que le mandase a la mierda y lo hice, y curiosamente fue ahí que sonrió y desapareció la tensión. Nunca pensé que un insulto fuera tan eficaz.
Ah, y el dolor de garganta ha vuelto. ¿Por qué? ¿Por qué?
Y sin embargo, a pesar de esas adversidades y otras que, aunque no las refleje aquí, me preocupan, hoy estaba sonriente, abierta, despierta (aunque en ésto influyó el café mañanero de Minas) y, en definitiva, en paz conmigo misma.
Bueno, uno de los motivos puede que sea... bueno venga, lo voy a contar. Aunque no es seguro! Pero es posible, sólo posible, que en Mayo me vaya una semana a Londres.
Y es que a mi tía Maite la han ascendido (ya era hora) y uno de sus nuevos cargos es que cada X tiempo tendrá que viajar a ciudades extrangeras para reunirse con clientes de su empresa, hacer cursillos... y en Mayo (concretamente del 20 al 27) tiene uno en Londres. Y me ha dicho si me quiero ir con ella. Nada me haría más ilusión, y mi madre accede a pagármelo, como mega regalo cumpleañero! Como pretendo irme en 4º de carrera de Erasmus, dice que una experiencia así me vendrá bien para ver cómo me desenvuelvo en una ciudad grande.
Porque aunque vaya con mi tía, ella estará todas las mañanas ocupada en su cursillo, así que yo cogería mi mapa londinense y me recorrería la ciudad sola.
Esta semana me estoy dedicando a preguntar cómo van a organizar mis profesores los exámenes, pero si todos respetan los horarios que vienen en el programa, no tendría ningún problema para irme.
Sería tan... genial!!!!
Aunque es sólo una posibilidad.
Se intentará.

Definitivamente, hoy es uno de ésos días. Aunque no consiga olvidarme de otras cosas, y personas.