La dama del Otoño es muy distinta de sus hermanas. Frente a la luz y color de Primavera, Otoño representa lo gris y lo marchito. El calor característico de su hermana Verano contrasta con su viento fresco y desapacible.
Otoño siente más afinidad hacia su hermana Invierno, porque comparte con ella la frialdad y la tristeza. Pues como todos saben, Otoño es la estación melancólica por excelencia, la vuelta a una rutina marcada. La parte triste, después del verano. Invierno, por su parte, evoca una tristeza distinta, la tristeza de las personas que una vez estuvieron y que ya no están. Un árbol de Navidad incompleto.
Las hojas que caen, la lluvia intermitente... son las lágrimas de Otoño.
Otoño prende la vela de la melancolía y el cansancio. Y empuja a los suicidas por el borde del precipicio.
Otoño envidia a sus hermanas Primavera y Verano.
* La foto es de los ojos de mi mejor amiga, que son verdes y muy bonitos, y que yo, en un ataque de inspiración he convertido en púrpuras y mágicos.
23 septiembre 2007
Otoño
Confesado por Eámanë a las 11:38 p. m.
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