Me cansé de esperar ya hace mucho tiempo, así que este post no tiene sentido en realidad. Evidentemente, la cosa es ahora bien distinta.
Piensas constantemente "cambiará, cambiará..." pero no cambia. Y en cierto modo es egoísta desear que cambie. Si la persona que nos quiere nos pide o desea que cambiemos, no nos quiere en realidad. A mí no me gustaría que me estuvieran recordando constantemente que hago tal o cual cosa mal y que debería cambiarla, especialmente si son cosas que, a fin de cuentas, no son demasiado importantes.
Así que pensándolo bien, no se le puede pedir un cambio, porque ya está más que demostrado que no puede, no quiere, o no sabe cómo cambiar esos rasgos de su forma de ser que tanto me desquician.
Y es que en realidad, he llegado a la conclusión de que no le echo de menos; echo de menos a la persona que creía que era, y que por suerte o por desgracia, no es.
Está absolutamente todo en contra de esto, y probablemente lo ha estado siempre.
Quizá no estábamos destinados a ser "tú y yo".
A pesar de todos los malos tiempos, no puedo evitar pensar en el principio y sonreír. Porque me devolvió la vida, las ganas de empezar algo nuevo, después de un gran bache en el que ya dudaba de todo lo que yo pensaba o creía que sentía.
Ahora, el bache que deja es más pequeño. Se aprende con la edad, quizá, a no patalear cuando algo no sale bien. Y a pesar de todo sé que no soy lo suficientemente madura, porque estoy huyendo y soy completamente consciente de ello. Sí, a fin de cuentas, me marcho para alejarme, para poner un gran mar de por medio y seguir con mi vida. Y perdonar muchas cosas; y olvidar otras tantas.
Y a pesar de los buenos momentos, cuánto siento que empezaran. Porque duraron tan poco... y los malos duraron tanto...
Y ahora lo intenta de nuevo, lo que yo llamo la reconquista. Empieza la reconquista, en teoría bonita, si no fuera porque ya no me la creo, y por primera vez siento que debo dibujar una línea clara entre los dos: de aquí no pasas, a partir de aquí dejas de afectarme.
Ojalá pudiera entender por qué te empeñas en reparar algo que está roto desde hace mucho.
Y mira que me cuesta decir que no. No, no voy contigo. No, no te cojo el teléfono. No, no confío en ti. Quisiera decir Sí a todo. Porque soy lo suficientemente fuerte como para marcharme, pero lo suficientemente débil como para mirar hacia atrás.
Pero no puedo decir que sí.
Y aunque suene mal, me siento orgullosa de mí misma por haber dicho No.
10 abril 2008
Decir No [reflexiones]
Confesado por Eámanë a las 6:38 p. m.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 acusaciones:
La verdad es que lo tuyo ya es cansino con este tio, y ya te lo dije. A ver si quedas resueltas las cosas pronto, por tu bien.
Por lo demas me ha quedado marcado la frase "Si la persona que nos quiere nos pide o desea que cambiemos, no nos quiere en realidad", verdad que seguire de ahora en adelante.
Y pon cosas mas alegres leñe
:) este es el último post "triste" (aunque realmente no lo es, el tono es más bien otro) que pongo. Prometido.
Publicar un comentario